Qué poco dura la alegría en casa del pobre.
Tantas semanas (meses) de expectación para que algunos se hayan quedado con las ganas de tener un iPhone5 en vez de una excelente evolución del iPhone4 y ahora que los ánimos aún no están aquietados tras la presentación ayer del iPhone4S revive la batalla judicial entre la marca de la manzanica mordía y Samsung, que acaba de anunciar que tratará de impedir la distribución de este terminal en Italia y Francia. Y aún hay más.
La razón de que sea precisamente en esos dos países donde Samsung trataría de impedir la llegada a las tiendas del iPhone4S tiene que ver con las legislaciones de ambos Estados.
En los dos es posible que una empresa impida las ventas de un producto antes de que este lelgue al mercado, según manifestó un portavoz de Samsung, James Chung. Esto puede abrir la puerta al impedimento de futuras comercializaciones de iPhone5 (el día que salga… ¿abril 2012?), iPad3 y así hasta el infinito. Un movimiento que sin duda responde al que con similar efecto impidió la venta en Alemania del nuevo Samsung Galaxy Tab hace unas pocas semanas debido a la interposición por parte de Apple de una petición judicial en tal sentido, debido todo ello a presuntas infracciones de patentes.
El fabricante surcoreano afirma que estudiará las legislaciones de otros países por si fuera posible llevar a cabo acciones de la misma naturaleza en un ámbito internacional más amplio. La guerra judicial entre Apple y Samsung ya lleva desde abril de este año una veintena de demandas en 10 países.
En esencia Apple acusa a Samsung de copiar sus dispositivos iPhone e iPad mientras que la coreana acusa a la estaduonidense de infringir los acuerdos relativos al pago de licencias por las patentes de tecnologías inalámbricas que utiliza en sus dispositivos
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